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Entre o ir e vir


            Professor de Comunicação Política da Universidad Rey Juan Carlos (Madri) e da UPF (Barcelona), Victor Sampedro é um estudioso sobre as questões políticas européias. Nesta entrevista, ele falou sobre a política adotada de restrição à entrada de estrangeiros nos países membros da União Européia. Disse ainda sobre a relação entre a UE e a América Latina nesta questão. No Brasil, Sampedro é membro do Neamp (Núcleo de Estudos em Arte, Mídia e Política).

          AURORA - Como se situa, atualmente, a questão da migração na Europa e, especificamente, na Espanha?

          Víctor Sampedro - Nos hallamos en plena crisis económica tras un periodo expansivo en el que España destacó, por encima del resto de la UE, en las tasas de crecimiento empresarial y la rentabilidad bancaria. Esta riqueza se produjo, en gran parte, gracias al flujo migratorio.
          España, además, ha recibido uno de los mayores incrementos de inmigrantes en un periodo más corto. Ha pasado en apenas un par de décadas de ser un país exportador a importador de mano de obra barata.
          La crisis y la novedad son factores que, una vez unidos y si no se actúa sobre ellos, pueden lesionar los derechos humanos. Las recesiones - sin medidas paliativas para las clases bajas “nacionales” y sin una pedagogía social minima – suelen saldarse siempre de la misma forma: buscando cabezas de turco o fantoches a los que imputar la disminución de capacidad de consumo o el retroceso en la escala social que implican, respectivamente, la recesión económica y la degradación de las periferias urbanas.
          En esos contextos, el extranjero (y no digamos, si es un “sin papeles”, calificado ya como “ilegal”) tiene todas las papeletas de ver mermadas sus rentas – el paro afecta, sobre todo, a los inmigrantes de la construcción - , al tiempo que son negados los derechos laborales – no hay subsidios de desempleo en el trabajo negro -, se ven sumidos en una inseguridad jurídica casi total – se considera al “indocumentado” un delincuente - y carecen de derecho cívico alguno – incapaces de asociarse, manifestarse -… Al final los guetos arden y todo comienza como empezó: con la policía fortaleciendo las fronteras, que al principio son las nacionales y luego contienen al gheto.

          AURORA - Quais as forças políticas e sociais que se constituem em sujeitos ativos no debate da migração na Espanha?

          Víctor Sampedro - La emigración es perjudicial en términos económicos para las clases populares; y significa un trasvase de renta, sobre todo, para las clases medias-bajas – que suben de estatus - y las rentas más altas que aumentan las plusvalías por el menor coste de mano de obra. Por expresarlo con figuras casi estereotipadas; con los inmigrantes la pequeña burguesía puede contratar empleadas domésticas y el pequeño empresario puede aumentar la plantilla de su negocio; no digamos el gran capitalista. Negarlo, supone indigencia o mala fe intelectuales.
          El debate público refleja la estructuración social antes señalada. Sobre la inmigración en el plano económico se escuchan, ante todo, las voces del gran capital y de las clases medias. Empresarios y banqueros hablan de una recesión breve y suave, y de la necesidad de asegurar flujos “beneficiosos” de inmigrantes, que sigan aumentando el PIB. Las clases medias expresan su miedo a verse cada vez más cerca (o dentro) de los muros del gueto. Y, por último, la intelectualidad “bienpensante” se refugia en lo políticamente correcto: alaba la interculturalidad, sin sufrir en los barrios altos ni uno solo de sus conflictos.
          Las clases populares, nacionales o extranjeras, siguen marginadas de la esfera pública convencional. Hay que acudir a la música popular, a las subculturas mestizas o las hibridaciones resistentes que se generan en algunos barrios para encontrar la crítica al capitalismo que mantiene – e incluso aumenta - sus beneficios gracias a la precarización laboral y la economía negra (alegal o ilegal) alimentada por la inmigración.

           AURORA - Qual a sua opinião sobre à Diretiva de Retorno aprovada pela União Européia que estabelece uma detenção dos imigrantes ilegais por um período máximo de 18 meses antes da expulsão, além da proibir o seu retorno à Europa por cinco anos?

           Víctor Sampedro - La Directiva de la UE manifiesta el terror de los gobiernos a las sanciones electorales que pudieran expresar la reacción ciudadana a la crisis. La cárcel o la repatriación forzosa (expulsión), la denegación sistemática del derecho de asilo… aplicados incluso a los menores de edad, suponen una violación sistemática (por imperativo del Sistéma) y cotidiana (diaria y normalizada) de los derechos humanos.

           AURORA - Sob o seu ponto de vista, o que motivou a UE aprovar essa lei?

          Víctor Sampedro - La UE, como revelan su dificultades para desarrollarse con los referenda y la tramitación de sus Constituciones o Tratados, no es una Unión de ciudadanos, sino un club de gobiernos y gobernantes; empresas y empresarios.
          Los inmigrantes ilegales ni votan ni pagan impuestos; no son sujetos políticos y, en consecuencia, las leyes de extranjería les niegan el más mínimo derecho cívico. No hay motivo pragmático alguno para reconocérselo. Como tampoco existen incentivos para concertar unas políticas inmigratorias y de co-desarrollo más justas con los países de origen. Con Latinoamérica, el Magreb o el África subsahariana la diplomacia no apela a la opinión pública, sino a la fuerza de las empresas, las sanciones económicas, las guerras de tarifas y aranceles…
          La asunción por parte de una “nueva” derecha (y del autodenominado centro político, que en España incluye a la socialdemocracia) de la retórica y las propuestas xenófobas ha desatado una carrera regresiva: del compromiso obligatorio a respetar a la cultura del país receptor hemos llegado al encarcelamiento o la repatriación (desconociendo el lugar de origen y de carácter forzoso, bajo los efectos de las drogas) de mayores y menores de edad.
          Asumida la postura vigilantista de los neoconservadores de Río Grande (“primero disparamos y, después, preguntamos”)… el Far West (nosotros, Occidente) nunca resultó tan salvaje. Europa ha dejado de ser el lugar donde acudir en busca de “pan y libertad”. Al escasear el primero, la segunda se ha puesto en riesgo; precisamente, para los que más pan necesitan.

          AURORA - Você acredita que as repercussões serão negativas para o governo espanhol, com bases socialistas?

          Víctor Sampedro - Los gobiernos “progresistas” hacen gala del cinismo propio de la corrección política que exhiben como único rasgo diferencial con la derecha. El PSOE español criticó en los foros internos lo que votó en el Parlamento Europeo (la directiva de inmigración). Como compensación se ha comprometido a permitir el voto inmigrante en las elecciones municipales (será un voto predominantemente socialista).
          Es cínico, como han hecho el Gobierno y el Presidente españoles, criticar a Berlusconi como si se tratase de un neofascista y no reconocer, siquiera como medida de prevención de excesos, la potencialidad fascista de la regresión de derechos que estamos – están, sobre todo, los inmigrantes – viviendo. Esto resulta especialmente grave en un país como España, donde las agresiones nazi-fascistas o xenófobas gozan de una considerable impunidad, no digamos cuando se producen en las comisarías y los centros de detención de fronteras.

          AURORA - Aqui na América Latina os países podem adotar a "reciprocidade". Isso não dificultará as relações UE-AL?

          Víctor Sampedro - No creo que sean medidas con suficiente fuerza para lograr un cambio de las políticas migratorias ya en marcha.
          Más les valdría a los países proveedores de mano de obra a Europa que ayudasen a que sus comunidades de inmigrantes se constituyesen en sujetos políticos activos, tanto en los países de acogida como de origen. Son los migrantes, a través de asociaciones y candidatos propios, los únicos capaces de negociar con empresarios y gobernantes un trato diferente. Lo lograrán en la medida que se infiltren con entidad propia en los sindicatos y partidos existentes; o creen otros nuevos.
          Insisto, esto debiera ocurrir tanto en sus países de origen como en los de acogida. Pero la autonomía de los migrantes amenaza, ante todo, las dictaduras, teocracias y plutocracias que les expulsaron. El drama del migrante, como sujeto político, es su condición de paria, fuera y dentro de las fronteras, extramuros e intramuros.
          Por eso, es también ya hora de que antes de pedir leyes de extranjería justas en Europa los gobiernos exportadores de mano de obra reconsideren su trato a otros ciudadanos extranjeros. La condición de los ilegales latinomericanos en algunos países de Iberoamérica o la de los trabajadores asiáticos en los países árabes del petrodólar es tanto o más inmoral, tan indigna e insoportable como la de los gitanos rumanos vejados por Berlusconi.

          AURORA - Em sua opinião qual a perspectiva do andamento da questão da migração no futuro da Europa e da Espanha?

          Víctor Sampedro - Una imagen resume lo que ocurre y, probablemente, ocurrirá. Recientemente, en la frontera con Marruecos, los inmigrantes aprovecharon para saltar las verjas durante el partido en el que España se “coronó” con la Eurocopa.
          La España más europea y más triunfal permaneció pendiente del espejismo de las pantallas, mientras mantiene un patio trasero sin muros que le protejan. A falta de muros en las fronteras, se erigen más muros de prisiones.
          En las cárceles, además de la vigilancia panóptica, nunca faltan las retransmisiones fútbol. Poco importa que el juego dependa cada vez más de lo que hacen los jugadores latinos, subsaharianos y magrebíes. Ellos marcan los goles y nosotros nos apuntamos los tantos.

         

 
 
 
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